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Los alemanes étnicos (en alemán, Deutschstämmige, pronunciado /ˈdɔɪ̯t͡ʃˌʃtɛmɪɡə/ ( escuchar), históricamente también llamados Volksdeutsche) —a menudo simplemente alemanes— son aquellos considerados, por ellos mismos o por el resto, étnicamente alemanes pero que no viven en la República Federal de Alemania, ni necesariamente tienen su ciudadanía. En el uso español, así como en inglés, este término puede ser utilizado para los descendientes de emigrantes alemanes asimilados. La práctica tradicional ha sido referir a los alemanes étnicos de un determinado país combinando el nombre del país o la región (o su adjetivo) con "alemanes" o "germanos"; por ejemplo "germano brasileños" o "brasileños alemanes" es usado para referir a los alemanes étnicos que viven en Brasil. En el pasado, esta práctica se modificó al referirse a países que ya no existían (alemanes de Hungría) o a regiones que trascendieron fronteras nacionales (ej.: "alemanes del Mar Negro").
Actualmente, la nueva modalidad tiende a enfatizar la condición de ciudadanos del nuevo país, utilizando la palabra "alemanes" o "germanos" como adjetivo y no como sustantivo. Por ejemplo, German Americans ("germanoestadounidenses" o "estadounidenses alemanes") no suelen llamarse "alemanes de Estados Unidos", pues la palabra "alemanes" solo actúa como adjetivo de estadounidenses. Del mismo modo, los germanosuizos o suizos alemanes no deben ser denominados como "alemanes de Suiza", ya que no son alemanes en su sentido estricto (a pesar de ser germanos y haber formado parte del primer imperio germánico hasta 1648). El término alemán de Suiza solo se utiliza en referencia al dialecto suizo del idioma alemán, en donde la palabra "alemán" funciona como sustantivo. En el pasado, algunos grupos de alemanes étnicos prefirieron llamarse de esta manera puesto que enfatizaba que eran miembros asimilados de su nuevo país, como los alsacianos alemanes y los germanobálticos que también se llamaban de esta manera a pesar de ser conocidos como "alemanes de Alsacia" y "alemanes del Báltico".
El concepto de identidad étnica suele contemplar un grupo de características comunes, o al menos alguna de ellas. Desde este punto de vista, existen actualmente ciudadanos alemanes que no necesariamente son alemanes étnicos (especialmente aquellos llegados a Alemania como resultado de la inmigración de grupos no afines a la nación) y ciudadanos de otros países que sí lo son a pesar de poseer una ciudadanía diferente. Como la condición de pertenecer a una etnia determinada tiene carácter de extraterritorialidad, es decir, trasciende las fronteras, existen determinados grupos, como los germanobrasileños o los germanoargentinos, que son considerados étnicamente alemanes en forma independiente a la cantidad de generaciones que lleven fuera de Alemania. Los alemanes del Volga o los sajones de Transilvania constituyen otros ejemplos de alemanes étnicos que han vivido por varias generaciones fuera de las fronteras de Alemania, y son considerados alemanes no solo por Ius sanguinis ("derecho de sangre"), sino también por el resto de sus aspectos antropológicos, sociológicos y por una condición de psicología social, es decir, la conciencia de pertenecer a una etnia determinada y no a otra. En la actualidad, ser un alemán étnico está relacionado con todas o alguna de las siguientes características:
El concepto de quién es un alemán étnico ha ido cambiando a lo largo de la historia. Por ejemplo, y en contraste con los suizos germanos, quienes ya habían desarrollado una identidad nacional mucho antes de la idea de una Alemania, la mayoría de los austríacos se consideraban alemanes (étnicos) hasta la mitad del siglo XX. Los primeros intentos de crear una conciencia de "nación austríaca" tuvieron lugar durante las Guerras Napoleónicas (en cuyo momento la identidad austríaca incluía asimismo a sectores del Imperio austríaco que no eran germanohablantes) y también en la década de 1930, pero fueron totalmente ineficaces, ya que los austríacos se consideraban alemanes.[1][2][3] Después de la Segunda Guerra Mundial, y especialmente a partir de la anulación forzosa de su unidad con Alemania, determinadas fuentes sostienen que algunos austríacos comenzaron a verse como una incipiente nación diferente.